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Feliz Año Nuevo. Resumen de mis publicaciones en 2023

Comienza un nuevo año y es buen momento para reflexionar sobre lo aprendido en el ámbito profesional en estos meses pasados. Para mí, una de las mejores maneras de aprender y mantenerse actualizado, además del trabajo cotidiano y de la participación en congresos, jornadas y cursos, es participar en la conversación profesional a través de la lectura y la publicación de trabajos. Os dejo el listado de mis publicaciones y presentaciones durante el año 2023, que reflejan, en buena medida, mis centros de interés y el aprendizaje vivido en este periodo. ¡Feliz 2024!

Biblioteca e internacionalización de la universidad: Aportaciones y oportunidades. Desiderata, 6 (21). A partir de la revisión de la bibliografía más significativa, se analiza el papel que juega la biblioteca en la internacionalización de la universidad. Para avanzar en este campo, sería muy conveniente que las bibliotecas universitarias españolas orientaran sus recursos y servicios hacia la internacionalización, investigaran los diferentes campos de actividad bibliotecaria y publicaran sus resultados. En el contexto español, la biblioteca universitaria debe ser tenida en cuenta como agente de internacionalización, incluyendo este papel en su planificación estratégica para que se convierta en un elemento transversal de muchas de sus metas y objetivos.

Una aproximación al papel de las bibliotecas en la internacionalización de las universidades. La experiencia de la Biblioteca de la Universidad de Málaga (en colab. con Gregorio García-Reche). Actas de las XVIII Jornadas Españolas de Información y Documentación. Se realiza un análisis descriptivo de la contribución de la Biblioteca a la internacionalización de la Universidad, partiendo de los campos de actuación más significativos señalados por la bibliografía especializada: la gestión de la colección y los recursos de información, el apoyo a la investigación y la publicación científica, la formación dirigida a la comunidad universitaria y al propio personal bibliotecario, la colaboración con los programas de intercambio y estancias profesionales y la participación en proyectos internacionales. Se concluye que la Biblioteca cuenta con un gran potencial para constituirse en agente de internacionalización, al incluir esta faceta en su planificación estratégica, convirtiéndola en misión o propósito, pasando a ser un aspecto primordial en la implementación de funciones, recursos y servicios, así como en el desarrollo de procesos y procedimientos.

Aproximación al rol docente del personal bibliotecario: perfiles, identidad, prácticas y formación pedagógica. Desiderata, 6 (22). Se estudia el rol docente del personal bibliotecario según lo establecido en los marcos de referencia y directrices profesionales de ámbito nacional e internacional (CCB, REBIUN, ECIA, ALA, ACRL, IFLA), así como los principales aspectos tratados en la literatura profesional. En las publicaciones especializadas y académicas analizadas se tratan aspectos tales como la evolución del concepto; la identidad, estatus y percepción del personal bibliotecario como docente; las principales responsabilidades que se asumen y la necesidad de una adecuada formación inicial y continua en teorías y prácticas pedagógicas. Se concluye que los marcos de referencia profesionales están claramente establecidos y que existe una bibliografía internacional creciente que facilita el acceso a los resultados de la investigación y la reflexión documentada al respecto. No obstante, hay notables diferencias en cuanto a la percepción y al estatus del bibliotecario docente entre el ámbito anglosajón y el español, propiciadas tanto por el diferente ordenamiento institucional como por la propia trayectoria histórica de la profesión en contextos diferentes. Este hecho, lejos de suponer un obstáculo, podría entenderse como un acicate para la puesta en valor de esta faceta profesional, como una oportunidad para visibilizar la riqueza del trabajo bibliotecario, en el que se asienta el diseño de las actividades de formación que se imparten desde las bibliotecas.

Bibliotecas universitarias y formación permanente de las personas mayores: análisis de una experiencia en un entorno digital. Revista general de información y documentación, 33 (1). Se analiza una experiencia formativa desarrollada en un entorno digital, dirigida a mayores de 55 años e impartida desde una biblioteca universitaria. Su objetivo fue contribuir a la formación en competencias mediáticas e informacionales mediante un taller sobre el uso del catálogo, el acceso a recursos electrónicos y la participación en redes sociales y canales de comunicación. La participación fue del 60,49% del total de inscritos, con un cumplimiento de las expectativas de 4,68 sobre 5. Algunas limitaciones fueron la fecha de realización de la actividad, la brecha de género y no haber ofrecido formación complementaria. Se concluye que la participación de las bibliotecas universitarias en la formación de personas mayores tiene valor estratégico y se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la inclusión, el acceso a la información, el aprendizaje permanente, la lucha contra las desigualdades y la extensión del uso de las tecnologías.

Profesionales de la información. Trascender nuestros límites para prestar mejores servicios y colaborar eficazmente. Mi Biblioteca: La revista del mundo bibliotecario, 19 (73). Tras más de tres décadas como bibliotecario en la universidad, lógicamente considero imprescindible la especialización. Sin embargo, siempre he defendido la transversalidad de nuestro trabajo, su esencia básica común y la necesidad de colaboración entre distintos ámbitos (bibliotecas universitarias, públicas, escolares, nacionales, regionales, archivos, centros de documentación): ello nos enriquece profesionalmente y mejora el servicio que prestamos a nuestros usuarios directos ya la sociedad en su conjunto. Sin duda, aprendemos cada día de nuestras compañeras y compañeros más cercanos, pero también lo hacemos, y mucho, cuando compartimos actividades comunes con bibliotecas públicas y escolares, si participamos en la formación sobre temas que limitan con nuestra disciplina, si cooperamos con docentes e investigadores o nos comprometemos en proyectos de acción social.

La biblioteca escolar a la luz de las FKA (Áreas de Conocimientos Fundamentales) recogidas en las «Directrices de la IFLA para Programas de formación profesional en Bibliotecología y Ciencias de la Información» (2022). V Jornada Universitaria de Bibliotecas Escolares y Animación a la Lectura. La International Federation of Library Associations and Institutions (IFLA) aprobó en abril de 2022 sus Guidelines for Professional Library and Information Science (LIS) Education Programmes (Chu et al., 2022). En estas Directrices se establecen tanto las Áreas Fundamentales de Conocimiento (FKA), como los elementos que deberían conformar, desde una perspectiva global, el programa de formación del personal bibliotecario. Según se declara en el propio documento, uno de sus posibles usos es servir de base e impulso para el desarrollo de nuevos programas de formación, así como para la revisión y adaptación de los existentes. Interesan, por tanto, al personal académico, pero también a estudiantes y organismos y entidades implicados con la calidad de la formación en LIS. En esta comunicación se hace una lectura de las ocho FKA desde la perspectiva del compromiso que asumen las bibliotecas escolares con su comunidad, de la labor que realizan y de sus posibilidades de desarrollo: FKA 1. Información en la sociedad. FKA 2. Bases de la profesión de bibliotecología y ciencias de la información. FKA 3. Tecnologías de la información y la comunicación. FKA 4. Investigación e innovación. FKA 5. Gestión de recursos de información. FKA 6. Gestión para profesionales de la información. FKA 7. Necesidades de información y servicios al usuario. FKA 8. Alfabetización y aprendizaje. Las FKA sirven así de guía y de estímulo para profundizar tanto en el papel central que debe jugar la biblioteca escolar, como en la imprescindible formación inicial y continua de los responsables que las gestionan y animan.

Innovación y nuevas estrategias de formación para el apoyo a la docencia, al aprendizaje y a la investigación desde la biblioteca universitaria (en colab. con Gregorio García-Reche, María Goretti Misas-Gento y María José Pérez-Garzón). Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, 38 (125). Se presentan las nuevas estrategias introducidas en el Plan de Formación de la Biblioteca de la Universidad de Málaga referidas, por un lado, a la integración del aprendizaje de las competencias informacionales en el currículo académico, en la programación docente de grados y posgrados, en los planes de formación del personal docente e investigador y en el aprendizaje a lo largo de la vida; y, por otro, a la implementación de tecnologías de la comunicación que posibilita la formación en directo a grandes grupos y de manera interactiva. Se analizan los resultados de cada una de las acciones formativas, especialmente la percepción por parte de los asistentes, que han ayudado a revisar sus enfoques y despliegues, además de avalar su continuidad en el futuro.

Jornada Universitaria de Bibliotecas Escolares y Animación a la Lectura

El martes 16 de mayo participé en la V Jornada Universitaria de Bibliotecas Escolares y Animación a la Lectura, celebrada en la Facultad de Ciencias de la Educación, organizada por Raúl Cremades García, J. Alejandro Rodríguez Ayllón y Andrea Felipe Morales (Universidad de Málaga) y Belén Lorenzo Campos (Fundación Alonso Quijano), a quienes agradezco la aceptación de mi comunicación y felicito por el éxito de este Encuentro.

Ha sido una experiencia muy enriquecedora en la que se han combinado las ponencias de académicos como Santiago Yubero (director del CEPLI: Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil de la UCLM) y Juan Mata Anaya (profesor emérito de la Universidad de Granada y presidente de la Asociación Entrelibros), con la de expertos en bibliotecas escolares como Juan José Sanz (Responsable de la Línea 2 de la Red BECREA de Málaga) y el taller de animación a la lectura impartido por Rocío Antón (experta en fomento de la lectura y responsable de Dinamiza Lectura).

Las mesas de comunicaciones han acogido contenidos de muy diverso tipo, relacionados con la alfabetización informacional y mediática y la animación a la lectura, incluida mi aportación sobre las Áreas de Conocimientos Fundamentales para el personal bibliotecario según las Directrices de la IFLA, y la exposición de algunos de los proyectos llevados a cabo por estudiantes de último curso de Grado en bibliotecas escolares mediante la metodología de aprendizaje-servicio.

En este tipo de eventos presenciales valoro mucho el contacto humano, que permite conocer personalmente y conversar con colegas antes y después de los espacios formales de las sesiones de trabajo. Así, tuve la oportunidad de saludar a la profesora Andrea Felipe Morales, a quien agradezco su cercanía y disponibilidad y a Olivia Cózar, profesora, escritora y responsable de la Linea 1 de la Red BECREA de Málaga, además de moderadora en la mesa de comunicaciones en la que intervine. Un lujo haber coincidido con colegas venidas de otras Comunidades Autónomas como Isabel Puente Cadena, responsable de la Biblioteca del Centro de Profesorado de Zaragoza e Irene Ariza Garrido, directora de la Biblioteca del Colegio Estudio (Madrid): seguiremos en contacto. Por supuesto, fue un placer saludar personalmente a alguien tan comprometida con las bibliotecas escolares de Málaga como Raquel González.

Nos quedamos con ganas de más, así que ¡nos vemos en la VI Jornada, en 2024!

Publicaciones y Eventos. Resumen del 2022

Ante todo, desearos a quienes os acercáis a este blog un muy feliz año 2023.

Por mi parte, a nivel profesional, espero seguir aprendiendo gracias a la participación en eventos y cursos, y a trabajar en la preparación de artículos y comunicaciones: son, en mi opinión, dos de las mejores formas de aprender.

Os dejo por aquí los enlaces a algunas de las aportaciones en las que he participado en 2022, en colaboración o individualmente, por si os resultan de interés:

En 2023 espero tener la oportunidad de seguir aprendiendo con las personas mayores, compartiendo con quienes nos visitan gracias al Programa Erasmus+, descubriendo junto a docentes de institutos y sus estudiantes de secundaria y bachillerato, reflexionando con quienes se animan a emprender los estudios de Doctorado; también, publicando artículos y participando en eventos profesionales y, por supuesto, creciendo cada día gracias a mis compañeras y compañeros de la Biblioteca de la UMA y del resto de bibliotecas universitarias, públicas, escolares y especializadas.

¡Seguimos!

Seamos innovadores, seamos creativos. Las actividades formativas en línea desde la biblioteca universitaria.

Nuestro trabajo como bibliotecarios conlleva en muchos casos una faceta “docente” que, en los últimos tiempos ha devenido en docente exclusivamente online debido a las circunstancias derivadas de la pandemia del COVID-19.

Prácticamente toda la vida universitaria se ha virtualizado, las universidades presenciales han hecho un enorme esfuerzo por adaptarse a la docencia online en tiempo record y las bibliotecas han estado a la altura. Pero hemos de ser conscientes de que el papel de las bibliotecas ha de reforzarse y sus profesionales debemos de estar siempre alerta para afrontar los próximos retos. Uno de ellos es, sin duda, integrarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje online lo que implica, entre otras cosas, reforzar la figura del bibliotecario formador.

Como bibliotecario, uno de los trabajos que más me gusta es compartir actividades que supongan una interacción con estudiantes, investigadores, profesorado… en las que exista intercambio de información y conocimientos: desde la pregunta de referencia en sus múltiples variantes o la «clásica» formación de usuarios hasta los planes y programas de formación en competencias informacionales y mediáticas. Pero este tipo de actividades son también de las más exigentes, de las que requieren un mayor esfuerzo de preparación y actualización.

Las siguientes reflexiones surgen en el contexto del Título Propio de Experto en innovación y tecnología educativa que estoy cursando en la actualidad, impartido por profesorado del Grupo de investigación InnoEduca de la Universidad de Málaga. La mejora de nuestra experiencia docente y de los resultados del proceso de enseñanza-aprendizaje en que nos involucramos no surgen espontáneamente: si queremos innovar y ser creativos es fundamental dedicar tiempo y esfuerzo a la lectura, al estudio y a conocer qué hacen nuestros colegas en otras bibliotecas. También es preciso ampliar nuestro enfoque didáctico hacia un nuevo paradigma educativo.

Probablemente pensemos que el grado de creatividad e innovación en los programas de formación ofrecidos por las bibliotecas es moderado y que las posibilidades de innovar y promover la creatividad son limitadas. Hay que tener en cuenta que muchos de los cursos y sesiones de formación están centrados en el aprendizaje práctico de un conjunto de recursos y servicios bibliotecarios y documentales (catálogo, bases de datos bibliográficas, localización y uso de revistas y libros en formato digital) y que la meta a alcanzar es que los usuarios sean autosuficientes para encontrar, seleccionar y tratar de manera segura y eficaz registros bibliográficos, bien referenciales, bien a texto completo, necesarios para sus tareas de enseñanza, aprendizaje o investigación.

Puede parecer que lo específico y “utilitario” del objeto de aprendizaje de nuestros cursos y sesiones de formación reduce las posibilidades de ser creativos. Sin embargo, hay estrategias sencillas con las que promoveremos la innovación y la creatividad. Algunas serían:

  • Se permite el error. Los cuestionarios que se proponen cuentan con suficiente tiempo para permitir su lectura y resolución con calma, y pueden repetirse por parte del alumno hasta obtener un resultado adecuado. No se penaliza el error, más bien al contrario, se valora que se llegue a un resultado adecuado. Esto libera a los usuarios de una tensión innecesaria a la hora de enfrentarse a un cuestionario en línea con límite de tiempo y de intentos. Nuestro objetivo no es «poner una nota» a los participantes, sino que autoevalúen sus conocimientos.
  • Las tareas y resolución de problemas tienen diferentes respuestas válidas. Planteamos en nuestros cursos supuestos prácticos adaptados al contexto de los usuarios, que permiten personalizar sus respuestas y que suponen para ellos un aprendizaje significativo. Sugerimos actividades más “experimentales”, con libre elección de temas por parte de los alumnos a la hora de hacer búsquedas o de elegir los recursos de información en los que indagar.
  • Los distintos temas se abren progresivamente. Por orden cronológico, proponiendo un itinerario de aprendizaje, pero siendo, a la vez, muy flexibles de manera que el avance en el curso, dentro del ritmo general, lo marca cada alumno.
  • Se realiza una evaluación inicial para tener un diagnóstico del grado de conocimiento previo, de manera que adaptamos los contenidos, actividades e incluso la metodología del curso a la realidad de la que parten nuestros usuarios.
  • Se promueve la presentación de los participantes para que todos conozcan la procedencia, especialidad, intereses, etc. de los demás. Esto favorece el sentimiento de pertenencia a un grupo, a una comunidad de aprendizaje.
  • Se comparten (de manera voluntaria), los resultados de las tareas a través de los foros y de seminarios o tutorías en línea, de manera que se genera un ambiente colaborativo y de interdependencia.
  • Vamos más allá de explicar los recursos de la Biblioteca, y nos enfocamos en los intereses y necesidades de los usuarios. Por ejemplo: a los estudiantes de últimos cursos les preocupa cómo obtener la información para realizar su Trabajo Fin de Grado. Lo mismo sucede con los estudiantes de Máster o de Doctorado. Por tanto, ofrecemos cursos específicos de orientación bibliográfica para la realización de estos Trabajos Académicos.
  • La estructura y contenidos de los cursos tratan de despertar la curiosidad de los participantes por lo que van a descubrir en los próximos temas, o sobre información adicional, referencias bibliográficas o recursos en la Red a los que pueden acceder.

Terminemos con una mirada sobre nosotros, las bibliotecarias y bibliotecarios: hemos de ser capaces de profundizar en nuestro rol como docentes y de aprovechar todas las oportunidades para formar y formarnos.

Seamos agentes inspiradores de innovación, con una actitud abierta a los cambios, saliendo de nuestra “zona de confort”. Planifiquemos actividades en línea con nuevos enfoques, que permitan, por ejemplo, el aprendizaje colaborativo, la evaluación entre iguales, el empleo de las redes sociales y la tecnología móvil, el uso del juego como elemento didáctico o la introducción de las flipped classroom en nuestros Programas de formación.

Innovación educativa, paradigma EdTech y oferta formativa de la biblioteca universitaria: reflexiones de un bibliotecario-formador

Recientemente he asistido a una videoclase del curso Experto universitario en Innovación y Tecnología Educativa, impartida por el profesor Enrique Sánchez Rivas, miembro del grupo de investigación InnoEduca de la Universidad de Málaga. En ella, se presentaban los principales aspectos del paradigma EdTech.

Como bibliotecario involucrado desde hace ya décadas en la planificación y puesta en práctica de programas de formación en la biblioteca universitaria y muy interesado en la labor que se hace desde las bibliotecas escolares, esta clase y la posterior sesión online con el resto de compañeros del curso, me han hecho reflexionar sobre la manera en que estamos planteando dicha formación y en qué medida podemos mejorar nuestros resultados.

La esencia de EdTech se puede sintetizar en una breve frase: primero la pedagogía, después la tecnología. O dicho de otra forma, para innovar en educación es necesario ir más allá de la tecnología para no solo adaptarnos a ella, sino para transformar el modo en que planteamos el proceso de enseñanza-aprendizaje. Podríamos pensar que innovamos porque sustituímos una explicación presencial por un powerpoint o un videoclip, o si evaluamos las tareas en una plataforma Moodle en lugar de corregirlas en clase: estaríamos adaptándonos a la tecnología, quizá incluso ofreciendo contenidos valiosos e interesantes, pero no transformando la esencia de nuestras actividades formativas, no innovando pedagógicamente.

EdTech cuenta con determinados principios (pedagogía de la coasociación, diseños universales de aprendizaje, entre otros) y con unos modelos de intervención didáctica (como TPack y los Sistemas Dinámicos de Formación Virtual), que se concretan en la construcción de una identidad pedagógica propia, ya sea a nivel individual, institucional o corporativo. A este respecto la biblioteca universitaria no parte de cero: la Red de Bibliotecas Universitarias (REBIUN) trabaja desde hace años en una de sus líneas estratégicas para hacer de estas instituciones agentes fundamentales en la formación de competencias digitales, en la alfabetización informacional y mediática, lo que ha generado una abundante documentación y unos interesantes materiales audiovisuales para la autoformación dirigidos a estudiantes de Grado.

Por otra parte, desde el Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Andalucía (CBUA) también se han hecho esfuerzos por compartir experiencias y avanzar en las propuestas formativas que las bibliotecas ofrecen a la comunidad universitaria. La bibliografía nacional e internacional sobre el rol que juegan las bibliotecas universitarias en la formación es abundantísima. Por último, en el ámbito de las bibliotecas públicas y escolares destacaremos, a nivel nacional, la labor del Grupo de Trabajo de Alfabetización Informacional del Consejo de Cooperación Bibliotecaria, coordinado por Felicidad Campal y, en el caso de Andalucía, la llevada a cabo por el profesorado comprometido con la Red Andaluza de Bibliotecas Escolares y la excelente revista digital Libro Abierto, en la que se recopilan reflexiones teóricas, experiencias, opiniones y herramientas prácticas de todo tipo.

Si como bibliotecas, y a nivel personal como bibliotecarios formadores queremos construir una identidad pedagógica propia será necesario comenzar por establecer un perfil de salida, es decir, por preguntarnos qué competencias han de adquirir quienes participan en nuestras acciones formativas, qué huella queremos que la acción formativa deje en ellos. En el caso de las bibliotecas universitarias, una propuesta podría ser la adquisición de las competencias informacionales que permitan a nuestros usuarios desarrollar adecuadamente el aprendizaje y la investigación, mediante el dominio de las herramientas y las técnicas para el manejo de la información académica y científica, su uso ético y la comunicación eficiente del conocimiento y resultados generados.

Para hacer realidad esta declaración, deberíamos concretar acciones, identificar ámbitos de transformación coherentes con el perfil que hemos definido y ser capaces de captar el conocimiento colectivo no solo del equipo de formadores, sino también de quienes se están formando, para enriquecer los contenidos de nuestro modelo pedagógico y adaptarlo al máximo a las características de nuestros usuarios. Algunos de los ámbitos de transformación que podríamos citar en el caso de la biblioteca universitaria serían: los cursos virtuales, las guías de la biblioteca, el material de autoformación depositado en repositorios instituciones, como el de la UMA (RIUMA), las entrevistas y sesiones de información y referencia online, los tutoriales online y las actividades de información y formación presenciales.

En mi opinión, la construcción de un modelo pedagógico propio de la biblioteca universitaria cuenta ya con buena parte de los elementos necesarios, que habría que repensar y potenciar, desde este nuevo paradigma, entre los que citaremos: una estructura para la formación (grupo de formadores estable, integrado en el organigrama de la Institución, grupos y equipos interuniversitarios centrados en la formación para el aprendizaje y la investigación), espacios para el debate y el diseño de la intervención docente de los bibliotecarios (equipo de formadores en espacios colaborativos como Teams, sala virtual de formadores en plataformas de aprendizaje como Moodle, foros y listas de distribución profesionales como IweTel y FIDEL), unas pautas para el diseño de contenidos (planes de formación, programas anuales de formación, materiales y documentos generados por la Comunidad bibliotecaria nacional e internacional), unos procedimientos de evaluación para la mejora permanente (encuestas en cada curso, encuesta anual, informes anuales, foros de debate con los participantes) y unos mecanismos de comunicación con los destinatarios de la formación (correo-e, whatsapp, chat bibliotecario, redes sociales, foros, creación de grupos, tutorías online).

En definitiva, se trataría de seguir avanzando en el largo camino que las bibliotecas universitarias llevan recorrido en el ámbito de la formación, priorizando los aspectos pedagógicos; cohesionando medios, herramientas y actividades, con el objetivo de construir una identidad pedagógica de nuestra biblioteca que nos permita ser realmente innovadores y hacer posible la mejora continua de nuestra oferta formativa.

Sociales, enredados, digitales, ¿competentes?

Si miramos a nuestro alrededor, en una cafetería, una actuación musical o una conferencia, no será raro ver a muchas personas pendientes de sus dispositivos móviles, aparentemente ajenos a la persona con la que está desayunando, al grupo de rock que toca o a la conferenciante que expone sus ideas.

¿Qué habrá que leer o escribir que sea tan importante como para desatender a ese amigo con el que hace tiempo que no quedamos, distraernos en el concierto cuya entrada nos “ha costado un pico”, o estar tecleando en nuestro móvil durante la conferencia de esa escritora tan interesante de la que hemos leído todos sus libros?

Leemos, visualizamos, compartimos, escribimos, fotografiamos, grabamos, subimos, comentamos, etiquetamos, reenviamos, valoramos, posteamos… todo en las redes y, en muchas ocasiones, a la vez que realizamos actividades en la vida real.

Las redes sociales forman parte de nuestra forma de relacionarnos, de la manera que tenemos de elegir lo que compramos, de nuestros hábitos de lectura, estudio e investigación. Empleamos las redes sociales para hacer una consulta a la Biblioteca a través de WhatsApp, para seguir en Twitter a un representante político o hacerle llegar una propuesta o crítica, para contar lo bien que lo pasamos en nuestras vacaciones compartiendo fotos en Facebook, para entablar nuevas amistades o buscar pareja en Tinder, para compartir la foto que nos acabamos de hacer con nuestro amigo en Instagram, grabar un video del concierto del que estamos disfrutando y subirlo a YouTube y tuitear sobre lo que nos está contando la famosa escritora, antes de escribir un post algo más extenso sobre ello en nuestro blog.

Las redes han dejado de ser parte del mundo virtual para convertirse en una extensión de nuestro yo real, que no es solo físico, sino también digital. La reputación digital, tanto de las personas como de las organizaciones y empresas, pasa así a primer plano. Las empresas y las organizaciones han comprendido, algunas antes y mejor que otras, que gran parte de su público potencial está en las redes, y que gestionarlas de manera profesional ampliará su mercado, satisfará a sus usuarios, incrementará el número de sus clientes. Muchos servicios se prestan ya exclusiva o principalmente de forma online. Los usuarios prefieren, muy a menudo, utilizar su móvil para comunicarse con su futuro empleador, con su compañía de seguros o con su universidad, antes que dirigirse a ellos en persona, por correo electrónico o por teléfono.

El uso intensivo de las redes sociales en los países de economía desarrollada y en los países emergentes ha supuesto una auténtica revolución, no solo para las empresas, sino también para la ciudadanía. Las cifras del mercado en el entorno digital superan en muchos sectores a las del mercado físico, los servicios y productos online basan gran parte de su prestigio en los comentarios y las valoraciones de los usuarios, como bien saben los hoteles y restaurantes, que se esfuerzan por ser los mejores valorados en plataformas y webs de reserva como Booking, Trivago o El Tenedor.

Por parte de la ciudadanía, la cesión de datos personales, a menudo de forma no consciente, permite a los propietarios de las grandes redes y a otras empresas del sector manejar un enorme volumen de datos (big data) con los que personalizan el servicio que ofrecen y la publicidad que recibimos, en el mejor de los casos, o, en el peor, permite analizar los datos para conocer preferencias, relaciones, actividades, etc. que permitirían fines tan poco lícitos como manipular nuestra opinión en cuestiones polémicas de todo tipo, o difundir noticias falsas (fake news), que pueden llegar a torcer el sentir de la opinión pública y a favorecer determinadas opciones ideológicas y políticas.

El debate sobre cómo aprovechar todo el potencial de las redes sociales, evitando sus riesgos, ocupa y preocupa a estados y a instituciones supranacionales como la IFLA, la Unión Europea y la UNESCO, y oscila desde las opciones que piden el control de las redes o su autorregulación, hasta las que apuestan por la formación en competencias informacionales y digitales desde la escuela hasta la universidad, para que la ciudadanía utilice las redes con responsabilidad y con la capacidad suficiente para distinguir las fuentes fiables de las sospechosas en los mensajes que recibe y en la información que obtiene a través de Internet, especialmente en las redes sociales.

Sin duda, apuesto por esta última opción, donde los profesionales de la información tenemos por delante retos y oportunidades que reclaman nuestro compromiso activo.

(*) Este post está basado en las «reflexiones» que presenté como parte de las tareas obligatorias del curso «Gestión profesional de redes sociales. Community manager en la Web 2.0». FGUMA. 2019.

Print books can coexist with ebooks [infographics]

Do you think ebooks will kill printed books? Then…You must see this post in Little eLit where is published this infographics from TeachingDegree.org

Maybe you change your view.

Bases de datos bibliográficas del CSIC [Guía de uso]

La Biblioteca de la Universidad de Málaga ha actualizado su guía de uso de las Bases del CSIC, que fue calificada en un artículo de la Revista Española de Documentación Científica (2009) como «un magnífico tutorial, que hace un recorrido muy detallado por las características de las tres bases de datos» (Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencia y Tecnología y Biomedicina).

La versión actualizada de la Guía, en formato pdf, puede descargarse en RIUMA, el Repositorio Institucional de la Universidad de Málaga.

Informe APEI sobre Alfabetización informacional, por Andoni Calderón

Acaba de ver la luz el Informe APEI sobre Alfabetización informacional , cuyo autor es Andoni Calderón.

Un excelente trabajo de síntesis y puesta al día con el siguiente contenido:

1. Alfabetización informacional, ¿de qué estamos hablando?

2. Declaraciones, normas, organizaciones

3. Modelos teórico-prácticos

4. Recapitulando: normas, modelos… definiciones

5. Los programas y planes, su evaluación y marketing

6. Los protagonistas formadores

7. Recursos de información

8. Bibliografía

9. Anexos

Muy recomendable.