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Feliz Año Nuevo. Resumen de mis publicaciones en 2023

Comienza un nuevo año y es buen momento para reflexionar sobre lo aprendido en el ámbito profesional en estos meses pasados. Para mí, una de las mejores maneras de aprender y mantenerse actualizado, además del trabajo cotidiano y de la participación en congresos, jornadas y cursos, es participar en la conversación profesional a través de la lectura y la publicación de trabajos. Os dejo el listado de mis publicaciones y presentaciones durante el año 2023, que reflejan, en buena medida, mis centros de interés y el aprendizaje vivido en este periodo. ¡Feliz 2024!

Biblioteca e internacionalización de la universidad: Aportaciones y oportunidades. Desiderata, 6 (21). A partir de la revisión de la bibliografía más significativa, se analiza el papel que juega la biblioteca en la internacionalización de la universidad. Para avanzar en este campo, sería muy conveniente que las bibliotecas universitarias españolas orientaran sus recursos y servicios hacia la internacionalización, investigaran los diferentes campos de actividad bibliotecaria y publicaran sus resultados. En el contexto español, la biblioteca universitaria debe ser tenida en cuenta como agente de internacionalización, incluyendo este papel en su planificación estratégica para que se convierta en un elemento transversal de muchas de sus metas y objetivos.

Una aproximación al papel de las bibliotecas en la internacionalización de las universidades. La experiencia de la Biblioteca de la Universidad de Málaga (en colab. con Gregorio García-Reche). Actas de las XVIII Jornadas Españolas de Información y Documentación. Se realiza un análisis descriptivo de la contribución de la Biblioteca a la internacionalización de la Universidad, partiendo de los campos de actuación más significativos señalados por la bibliografía especializada: la gestión de la colección y los recursos de información, el apoyo a la investigación y la publicación científica, la formación dirigida a la comunidad universitaria y al propio personal bibliotecario, la colaboración con los programas de intercambio y estancias profesionales y la participación en proyectos internacionales. Se concluye que la Biblioteca cuenta con un gran potencial para constituirse en agente de internacionalización, al incluir esta faceta en su planificación estratégica, convirtiéndola en misión o propósito, pasando a ser un aspecto primordial en la implementación de funciones, recursos y servicios, así como en el desarrollo de procesos y procedimientos.

Aproximación al rol docente del personal bibliotecario: perfiles, identidad, prácticas y formación pedagógica. Desiderata, 6 (22). Se estudia el rol docente del personal bibliotecario según lo establecido en los marcos de referencia y directrices profesionales de ámbito nacional e internacional (CCB, REBIUN, ECIA, ALA, ACRL, IFLA), así como los principales aspectos tratados en la literatura profesional. En las publicaciones especializadas y académicas analizadas se tratan aspectos tales como la evolución del concepto; la identidad, estatus y percepción del personal bibliotecario como docente; las principales responsabilidades que se asumen y la necesidad de una adecuada formación inicial y continua en teorías y prácticas pedagógicas. Se concluye que los marcos de referencia profesionales están claramente establecidos y que existe una bibliografía internacional creciente que facilita el acceso a los resultados de la investigación y la reflexión documentada al respecto. No obstante, hay notables diferencias en cuanto a la percepción y al estatus del bibliotecario docente entre el ámbito anglosajón y el español, propiciadas tanto por el diferente ordenamiento institucional como por la propia trayectoria histórica de la profesión en contextos diferentes. Este hecho, lejos de suponer un obstáculo, podría entenderse como un acicate para la puesta en valor de esta faceta profesional, como una oportunidad para visibilizar la riqueza del trabajo bibliotecario, en el que se asienta el diseño de las actividades de formación que se imparten desde las bibliotecas.

Bibliotecas universitarias y formación permanente de las personas mayores: análisis de una experiencia en un entorno digital. Revista general de información y documentación, 33 (1). Se analiza una experiencia formativa desarrollada en un entorno digital, dirigida a mayores de 55 años e impartida desde una biblioteca universitaria. Su objetivo fue contribuir a la formación en competencias mediáticas e informacionales mediante un taller sobre el uso del catálogo, el acceso a recursos electrónicos y la participación en redes sociales y canales de comunicación. La participación fue del 60,49% del total de inscritos, con un cumplimiento de las expectativas de 4,68 sobre 5. Algunas limitaciones fueron la fecha de realización de la actividad, la brecha de género y no haber ofrecido formación complementaria. Se concluye que la participación de las bibliotecas universitarias en la formación de personas mayores tiene valor estratégico y se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la inclusión, el acceso a la información, el aprendizaje permanente, la lucha contra las desigualdades y la extensión del uso de las tecnologías.

Profesionales de la información. Trascender nuestros límites para prestar mejores servicios y colaborar eficazmente. Mi Biblioteca: La revista del mundo bibliotecario, 19 (73). Tras más de tres décadas como bibliotecario en la universidad, lógicamente considero imprescindible la especialización. Sin embargo, siempre he defendido la transversalidad de nuestro trabajo, su esencia básica común y la necesidad de colaboración entre distintos ámbitos (bibliotecas universitarias, públicas, escolares, nacionales, regionales, archivos, centros de documentación): ello nos enriquece profesionalmente y mejora el servicio que prestamos a nuestros usuarios directos ya la sociedad en su conjunto. Sin duda, aprendemos cada día de nuestras compañeras y compañeros más cercanos, pero también lo hacemos, y mucho, cuando compartimos actividades comunes con bibliotecas públicas y escolares, si participamos en la formación sobre temas que limitan con nuestra disciplina, si cooperamos con docentes e investigadores o nos comprometemos en proyectos de acción social.

La biblioteca escolar a la luz de las FKA (Áreas de Conocimientos Fundamentales) recogidas en las «Directrices de la IFLA para Programas de formación profesional en Bibliotecología y Ciencias de la Información» (2022). V Jornada Universitaria de Bibliotecas Escolares y Animación a la Lectura. La International Federation of Library Associations and Institutions (IFLA) aprobó en abril de 2022 sus Guidelines for Professional Library and Information Science (LIS) Education Programmes (Chu et al., 2022). En estas Directrices se establecen tanto las Áreas Fundamentales de Conocimiento (FKA), como los elementos que deberían conformar, desde una perspectiva global, el programa de formación del personal bibliotecario. Según se declara en el propio documento, uno de sus posibles usos es servir de base e impulso para el desarrollo de nuevos programas de formación, así como para la revisión y adaptación de los existentes. Interesan, por tanto, al personal académico, pero también a estudiantes y organismos y entidades implicados con la calidad de la formación en LIS. En esta comunicación se hace una lectura de las ocho FKA desde la perspectiva del compromiso que asumen las bibliotecas escolares con su comunidad, de la labor que realizan y de sus posibilidades de desarrollo: FKA 1. Información en la sociedad. FKA 2. Bases de la profesión de bibliotecología y ciencias de la información. FKA 3. Tecnologías de la información y la comunicación. FKA 4. Investigación e innovación. FKA 5. Gestión de recursos de información. FKA 6. Gestión para profesionales de la información. FKA 7. Necesidades de información y servicios al usuario. FKA 8. Alfabetización y aprendizaje. Las FKA sirven así de guía y de estímulo para profundizar tanto en el papel central que debe jugar la biblioteca escolar, como en la imprescindible formación inicial y continua de los responsables que las gestionan y animan.

Innovación y nuevas estrategias de formación para el apoyo a la docencia, al aprendizaje y a la investigación desde la biblioteca universitaria (en colab. con Gregorio García-Reche, María Goretti Misas-Gento y María José Pérez-Garzón). Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, 38 (125). Se presentan las nuevas estrategias introducidas en el Plan de Formación de la Biblioteca de la Universidad de Málaga referidas, por un lado, a la integración del aprendizaje de las competencias informacionales en el currículo académico, en la programación docente de grados y posgrados, en los planes de formación del personal docente e investigador y en el aprendizaje a lo largo de la vida; y, por otro, a la implementación de tecnologías de la comunicación que posibilita la formación en directo a grandes grupos y de manera interactiva. Se analizan los resultados de cada una de las acciones formativas, especialmente la percepción por parte de los asistentes, que han ayudado a revisar sus enfoques y despliegues, además de avalar su continuidad en el futuro.

Publicaciones y Eventos. Resumen del 2022

Ante todo, desearos a quienes os acercáis a este blog un muy feliz año 2023.

Por mi parte, a nivel profesional, espero seguir aprendiendo gracias a la participación en eventos y cursos, y a trabajar en la preparación de artículos y comunicaciones: son, en mi opinión, dos de las mejores formas de aprender.

Os dejo por aquí los enlaces a algunas de las aportaciones en las que he participado en 2022, en colaboración o individualmente, por si os resultan de interés:

En 2023 espero tener la oportunidad de seguir aprendiendo con las personas mayores, compartiendo con quienes nos visitan gracias al Programa Erasmus+, descubriendo junto a docentes de institutos y sus estudiantes de secundaria y bachillerato, reflexionando con quienes se animan a emprender los estudios de Doctorado; también, publicando artículos y participando en eventos profesionales y, por supuesto, creciendo cada día gracias a mis compañeras y compañeros de la Biblioteca de la UMA y del resto de bibliotecas universitarias, públicas, escolares y especializadas.

¡Seguimos!

Seamos innovadores, seamos creativos. Las actividades formativas en línea desde la biblioteca universitaria.

Nuestro trabajo como bibliotecarios conlleva en muchos casos una faceta “docente” que, en los últimos tiempos ha devenido en docente exclusivamente online debido a las circunstancias derivadas de la pandemia del COVID-19.

Prácticamente toda la vida universitaria se ha virtualizado, las universidades presenciales han hecho un enorme esfuerzo por adaptarse a la docencia online en tiempo record y las bibliotecas han estado a la altura. Pero hemos de ser conscientes de que el papel de las bibliotecas ha de reforzarse y sus profesionales debemos de estar siempre alerta para afrontar los próximos retos. Uno de ellos es, sin duda, integrarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje online lo que implica, entre otras cosas, reforzar la figura del bibliotecario formador.

Como bibliotecario, uno de los trabajos que más me gusta es compartir actividades que supongan una interacción con estudiantes, investigadores, profesorado… en las que exista intercambio de información y conocimientos: desde la pregunta de referencia en sus múltiples variantes o la «clásica» formación de usuarios hasta los planes y programas de formación en competencias informacionales y mediáticas. Pero este tipo de actividades son también de las más exigentes, de las que requieren un mayor esfuerzo de preparación y actualización.

Las siguientes reflexiones surgen en el contexto del Título Propio de Experto en innovación y tecnología educativa que estoy cursando en la actualidad, impartido por profesorado del Grupo de investigación InnoEduca de la Universidad de Málaga. La mejora de nuestra experiencia docente y de los resultados del proceso de enseñanza-aprendizaje en que nos involucramos no surgen espontáneamente: si queremos innovar y ser creativos es fundamental dedicar tiempo y esfuerzo a la lectura, al estudio y a conocer qué hacen nuestros colegas en otras bibliotecas. También es preciso ampliar nuestro enfoque didáctico hacia un nuevo paradigma educativo.

Probablemente pensemos que el grado de creatividad e innovación en los programas de formación ofrecidos por las bibliotecas es moderado y que las posibilidades de innovar y promover la creatividad son limitadas. Hay que tener en cuenta que muchos de los cursos y sesiones de formación están centrados en el aprendizaje práctico de un conjunto de recursos y servicios bibliotecarios y documentales (catálogo, bases de datos bibliográficas, localización y uso de revistas y libros en formato digital) y que la meta a alcanzar es que los usuarios sean autosuficientes para encontrar, seleccionar y tratar de manera segura y eficaz registros bibliográficos, bien referenciales, bien a texto completo, necesarios para sus tareas de enseñanza, aprendizaje o investigación.

Puede parecer que lo específico y “utilitario” del objeto de aprendizaje de nuestros cursos y sesiones de formación reduce las posibilidades de ser creativos. Sin embargo, hay estrategias sencillas con las que promoveremos la innovación y la creatividad. Algunas serían:

  • Se permite el error. Los cuestionarios que se proponen cuentan con suficiente tiempo para permitir su lectura y resolución con calma, y pueden repetirse por parte del alumno hasta obtener un resultado adecuado. No se penaliza el error, más bien al contrario, se valora que se llegue a un resultado adecuado. Esto libera a los usuarios de una tensión innecesaria a la hora de enfrentarse a un cuestionario en línea con límite de tiempo y de intentos. Nuestro objetivo no es «poner una nota» a los participantes, sino que autoevalúen sus conocimientos.
  • Las tareas y resolución de problemas tienen diferentes respuestas válidas. Planteamos en nuestros cursos supuestos prácticos adaptados al contexto de los usuarios, que permiten personalizar sus respuestas y que suponen para ellos un aprendizaje significativo. Sugerimos actividades más “experimentales”, con libre elección de temas por parte de los alumnos a la hora de hacer búsquedas o de elegir los recursos de información en los que indagar.
  • Los distintos temas se abren progresivamente. Por orden cronológico, proponiendo un itinerario de aprendizaje, pero siendo, a la vez, muy flexibles de manera que el avance en el curso, dentro del ritmo general, lo marca cada alumno.
  • Se realiza una evaluación inicial para tener un diagnóstico del grado de conocimiento previo, de manera que adaptamos los contenidos, actividades e incluso la metodología del curso a la realidad de la que parten nuestros usuarios.
  • Se promueve la presentación de los participantes para que todos conozcan la procedencia, especialidad, intereses, etc. de los demás. Esto favorece el sentimiento de pertenencia a un grupo, a una comunidad de aprendizaje.
  • Se comparten (de manera voluntaria), los resultados de las tareas a través de los foros y de seminarios o tutorías en línea, de manera que se genera un ambiente colaborativo y de interdependencia.
  • Vamos más allá de explicar los recursos de la Biblioteca, y nos enfocamos en los intereses y necesidades de los usuarios. Por ejemplo: a los estudiantes de últimos cursos les preocupa cómo obtener la información para realizar su Trabajo Fin de Grado. Lo mismo sucede con los estudiantes de Máster o de Doctorado. Por tanto, ofrecemos cursos específicos de orientación bibliográfica para la realización de estos Trabajos Académicos.
  • La estructura y contenidos de los cursos tratan de despertar la curiosidad de los participantes por lo que van a descubrir en los próximos temas, o sobre información adicional, referencias bibliográficas o recursos en la Red a los que pueden acceder.

Terminemos con una mirada sobre nosotros, las bibliotecarias y bibliotecarios: hemos de ser capaces de profundizar en nuestro rol como docentes y de aprovechar todas las oportunidades para formar y formarnos.

Seamos agentes inspiradores de innovación, con una actitud abierta a los cambios, saliendo de nuestra “zona de confort”. Planifiquemos actividades en línea con nuevos enfoques, que permitan, por ejemplo, el aprendizaje colaborativo, la evaluación entre iguales, el empleo de las redes sociales y la tecnología móvil, el uso del juego como elemento didáctico o la introducción de las flipped classroom en nuestros Programas de formación.

Sociales, enredados, digitales, ¿competentes?

Si miramos a nuestro alrededor, en una cafetería, una actuación musical o una conferencia, no será raro ver a muchas personas pendientes de sus dispositivos móviles, aparentemente ajenos a la persona con la que está desayunando, al grupo de rock que toca o a la conferenciante que expone sus ideas.

¿Qué habrá que leer o escribir que sea tan importante como para desatender a ese amigo con el que hace tiempo que no quedamos, distraernos en el concierto cuya entrada nos “ha costado un pico”, o estar tecleando en nuestro móvil durante la conferencia de esa escritora tan interesante de la que hemos leído todos sus libros?

Leemos, visualizamos, compartimos, escribimos, fotografiamos, grabamos, subimos, comentamos, etiquetamos, reenviamos, valoramos, posteamos… todo en las redes y, en muchas ocasiones, a la vez que realizamos actividades en la vida real.

Las redes sociales forman parte de nuestra forma de relacionarnos, de la manera que tenemos de elegir lo que compramos, de nuestros hábitos de lectura, estudio e investigación. Empleamos las redes sociales para hacer una consulta a la Biblioteca a través de WhatsApp, para seguir en Twitter a un representante político o hacerle llegar una propuesta o crítica, para contar lo bien que lo pasamos en nuestras vacaciones compartiendo fotos en Facebook, para entablar nuevas amistades o buscar pareja en Tinder, para compartir la foto que nos acabamos de hacer con nuestro amigo en Instagram, grabar un video del concierto del que estamos disfrutando y subirlo a YouTube y tuitear sobre lo que nos está contando la famosa escritora, antes de escribir un post algo más extenso sobre ello en nuestro blog.

Las redes han dejado de ser parte del mundo virtual para convertirse en una extensión de nuestro yo real, que no es solo físico, sino también digital. La reputación digital, tanto de las personas como de las organizaciones y empresas, pasa así a primer plano. Las empresas y las organizaciones han comprendido, algunas antes y mejor que otras, que gran parte de su público potencial está en las redes, y que gestionarlas de manera profesional ampliará su mercado, satisfará a sus usuarios, incrementará el número de sus clientes. Muchos servicios se prestan ya exclusiva o principalmente de forma online. Los usuarios prefieren, muy a menudo, utilizar su móvil para comunicarse con su futuro empleador, con su compañía de seguros o con su universidad, antes que dirigirse a ellos en persona, por correo electrónico o por teléfono.

El uso intensivo de las redes sociales en los países de economía desarrollada y en los países emergentes ha supuesto una auténtica revolución, no solo para las empresas, sino también para la ciudadanía. Las cifras del mercado en el entorno digital superan en muchos sectores a las del mercado físico, los servicios y productos online basan gran parte de su prestigio en los comentarios y las valoraciones de los usuarios, como bien saben los hoteles y restaurantes, que se esfuerzan por ser los mejores valorados en plataformas y webs de reserva como Booking, Trivago o El Tenedor.

Por parte de la ciudadanía, la cesión de datos personales, a menudo de forma no consciente, permite a los propietarios de las grandes redes y a otras empresas del sector manejar un enorme volumen de datos (big data) con los que personalizan el servicio que ofrecen y la publicidad que recibimos, en el mejor de los casos, o, en el peor, permite analizar los datos para conocer preferencias, relaciones, actividades, etc. que permitirían fines tan poco lícitos como manipular nuestra opinión en cuestiones polémicas de todo tipo, o difundir noticias falsas (fake news), que pueden llegar a torcer el sentir de la opinión pública y a favorecer determinadas opciones ideológicas y políticas.

El debate sobre cómo aprovechar todo el potencial de las redes sociales, evitando sus riesgos, ocupa y preocupa a estados y a instituciones supranacionales como la IFLA, la Unión Europea y la UNESCO, y oscila desde las opciones que piden el control de las redes o su autorregulación, hasta las que apuestan por la formación en competencias informacionales y digitales desde la escuela hasta la universidad, para que la ciudadanía utilice las redes con responsabilidad y con la capacidad suficiente para distinguir las fuentes fiables de las sospechosas en los mensajes que recibe y en la información que obtiene a través de Internet, especialmente en las redes sociales.

Sin duda, apuesto por esta última opción, donde los profesionales de la información tenemos por delante retos y oportunidades que reclaman nuestro compromiso activo.

(*) Este post está basado en las «reflexiones» que presenté como parte de las tareas obligatorias del curso «Gestión profesional de redes sociales. Community manager en la Web 2.0». FGUMA. 2019.

Más allá del «copia y pega»: presenta trabajos originales y ¡sube nota! Taller práctico

El pasado lunes, 28 de enero, tuve la oportunidad de impartir un Taller práctico a estudiantes de 3º y 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el IES Manuel Alcántara de Málaga titulado Más allá del «copia y pega»: presenta trabajos originales y ¡sube nota!

Una conversación informal entre amigos involucrados en la educación pública en sus distintos niveles dio como resultado que se me propusiera la realización de este Taller, propuesta que acepté sin dudar. Desde aquí agradezco al equipo directivo del Instituto y, especialmente a la profesora, y amiga, Cristina Luján que lo haya hecho posible.

Nos marcamos como objetivos de la actividad:

  • Concienciar sobre la importancia de hacer buenos trabajos, originales y que respeten la autoría y la propiedad intelectual.
  • Ofrecer una serie de recursos en la Web que permitan a los estudiantes encontrar información y documentación fiable y contrastada, de libre acceso y reutilizable.
  • Dar unas pautas y consejos prácticos para mejorar los resultados en su búsqueda de información en línea, y para evaluar su calidad y pertinencia.
  • Llamar la atención sobre la importancia de comunicar eficazmente las ideas, mediante una redacción y exposición estructuradas, que convierta datos e información en conocimiento e identifique las fuentes utilizadas mediante citas y referencias bibliográficas.
  • Realizar una búsqueda sobre un tema concreto, utilizando algunas de las fuentes de información presentadas y obteniendo documentos que sirvan de base para la elaboración de un trabajo académico.

La duración fue de 45 minutos y se realizaron tres sesiones a lo largo de la mañana, participando alrededor de un centenar de estudiantes. Además, también asistieron algunas profesoras que mostraron gran interés en los contenidos, especialmente la encargada de la biblioteca del Instituto, con la que tuve la oportunidad de intercambiar impresiones sobre la necesidad de reforzar los medios de estas bibliotecas y dotarlas de personal especializado.

La actitud de los participantes, en contra de lo que se podría prejuzgar de adolescentes que acuden obligatoriamente a una actividad de este tipo, fue muy atenta y mostraron bastante interés, haciendo preguntas, planteando dudas y tomando apuntes sobre la base de un esquema que les fue entregado para que siguieran con más facilidad la presentación.

Personalmente fue una experiencia positiva y enriquecedora y, quiero pensar, también lo fue para los participantes. Sin duda, creo que merecería la pena repetirla, aunque yendo mucho más allá de una actividad puntual y voluntarista como ha sido esta.

La necesidad de alfabetización informacional y mediática es perentoria, y la adquisición de competencias en información debería integrarse en los planes de estudio y en los objetivos a conseguir por parte de la Comunidad educativa desde Primaria hasta la Universidad.

En este sentido, la labor que ha desarrollado el Grupo de Trabajo sobre Alfabetización Informacional del Consejo de Cooperación Bibliotecaria dio como fruto diversos documentos, resultados y un magnífico Informe sobre Integración de las competencias ALFIN/AMI en el sistema educativo: referencias, contexto y propuestas. Un trabajo encomiable, coordinado por Felicidad Campal, y digno de ser muy tenido en cuenta por nuestros políticos y gestores educativos.

La formación virtual es noticia

En el Diario Sur de Málaga se publica hoy un artículo titulado «La educación navega por Internet».  Destaca una cifra: unos 55.000 estudiantes malagueños se benefician del e-learning.

En el caso de la formación virtual en Bibliotecas, el camino comenzó hace años. En el caso de la Biblioteca de la Universidad de Málaga (BUMA) fue en noviembre de 2005, con un proyecto piloto, rápidamente ampliado al año siguiente en que se ofrecieron sesiones sobre 12 recursos de información (catálogo, bases de datos, búsqueda de información en internet…)

En la actualidad, la oferta formativa de la  BUMA es muy amplia, incluyendo cursos dirigidos tanto al profesorado como a investigadores, doctorandos y estudiantes en general.

La experiencia de la BUMA en lo que se conoce como Alfabetización informacional o formación en Competencias informacionales se ha plasmado en algunas publicaciones (p.e.: 1, 2 ) y se han debatido en Jornadas profesionales de ámbito nacional, como la última celebrada en Granada el pasado 17 de junio, cuyo desarrollo generó un conjunto de materiales muy interesantes disponibles en Internet.

En relación al papel de bibliotecario como formador, publiqué hace ya años, en colaboración con mi compañera y amiga Ángeles Otero (q.e.p.d.), un trabajo en el que defendíamos el rol docente que pueden y deben jugar los bibliotecarios.

En este mismo blog, publiqué también un post titulado Formación virtual versus formación presencial en el que defendía (y defiendo) la complementariedad de ambas modalidades formativas.

Informe APEI sobre Alfabetización informacional, por Andoni Calderón

Acaba de ver la luz el Informe APEI sobre Alfabetización informacional , cuyo autor es Andoni Calderón.

Un excelente trabajo de síntesis y puesta al día con el siguiente contenido:

1. Alfabetización informacional, ¿de qué estamos hablando?

2. Declaraciones, normas, organizaciones

3. Modelos teórico-prácticos

4. Recapitulando: normas, modelos… definiciones

5. Los programas y planes, su evaluación y marketing

6. Los protagonistas formadores

7. Recursos de información

8. Bibliografía

9. Anexos

Muy recomendable.